Cuando me enamoro los elegidos pasan por mi rio
les robo la piel y miles de abrazos mientras duermo en sus llanuras
las hierbas rugen entre mi humedales, bajan pequeños arroyos sobre sus cuencas y montañas bajo sus pies.
Los sorprendo
poniendo una rosa cerca de la madre virgen , que mirando nos condena
esperando algún gran amor que descubra mi rostro. ¿Porque jamás nadie quiso ser mi dueño eh¡¡ aprendido a lamer sola mis hondas heridas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario